HEIDY CAROLINA MACIAS ACOSTA CÓDIGO: 191102718
Se analiza la adquisición del lenguaje del niño entre dos y cinco años de edad, cuya lengua materna es el castellano de Chile, desarrollándose desde la perspectiva de diferentes niveles lingüísticos, observándose la pobreza como factor que afecta negativamente el desarrollo del lenguaje infantil. Dentro de estos niveles se encuentra el Nivel léxico-semántico en el que se detectó según los estudios que la marca semántica (+ animado) predomina sobre la marca (- animado) para las entidades (sustantivos); los niños emplearon también un número mayor de verbos con la marca (+ acción); en cambio, el uso de abstracciones (adjetivos y adverbios) y relacionadores (preposiciones y conjunciones) fue de baja frecuencia. Lo cual se podría relacionar con que los niños con padres con mayor educación tienen mayor avance en vocabulario. La renta familiar, un índice de status socioeconómico y la autoestima de la madre también se asocian positivamente con el vocabulario. En cuanto al Nivel sintáctico y Nivel fonológico el estatus socioeconómico no interfiere según los estudios de forma muy significativa.
En segundo lugar, se presenta la evaluación que realizaron sobre el avance en el desarrollo del lenguaje en niños pobres que asisten y no asisten a jardines infantiles encontrando que el Nivel pragmático presenta gran relevancia ya que los niños que permanecían en sus casas sin asistir al jardín infantil produjeron un porcentaje significativamente mayor de preguntas comparados con los que sí asistían a jardines infantiles. El siguiente es el Nivel paralingüístico el cual presenta un valor convencional de tipo social y afectivo en la expresión de emociones y sentimientos manifestando pocas diferencias significativas. Estos análisis se basaron en la aplicación de diferentes pruebas de medición del lenguaje, específicamente el Tevi, Tepsi, Subescala de Lenguaje y el ICL.
Otro aspecto importante es la atención en la interacción comunicativa del adulto con el niño ya que este debe ser estimulador y facilitador del lenguaje, no solo instructor que lleva al niño a repetir hasta que hable claramente. Debe establecer lazos afectivos lo cual fortalece la confianza y seguridad por parte del niño hacia el adulto. El niño debe sentir que su curiosidad puede ser satisfecha por el adulto; pero por sobre todo, implica un momento de tranquilidad, durante el cual pueda darse la interacción de preguntar, responder y conversar.
Este artículo finaliza con recomendaciones sobre el tipo de interacción lingüística que debiera recibir el niño y que influye en el avance del lenguaje infantil siendo el adulto el gran responsable de esta labor ya que debe tener el tiempo para interesarse en forma verdadera en la actividad y en la conversación del niño. Se espera que el adulto hable al niño de algo que él espera oír, y utiliza un registro que es inteligible para el niño, o sea, de acuerdo al contexto cultural del niño.
LINA MARÍA QUINTERO BEDOYA CÓDIGO: 191102729
El texto trata, como dice el título, de “algunos resultados” que se obtuvieron después de realizar unas pruebas de medición del lenguaje, comparando el progreso en niños de diferentes edades, clases sociales, de los cuales algunos asistían a jardines escolares como con los que permanecían en casa.
Se encontró que los niños de mayor nivel social, contaban con un vocabulario más rico. Así como que los niños que asistían al jardín tenían un progreso más alto que los que permanecían en casa. Un caso curioso fue que aunque en ocasiones se demostró que algunos con un desarrollo bajo, al asistir a un centro educativo mostraba un avance importante, también se dio el caso de aquellos que por el contrario iniciaban con un desarrollo ideal y terminaban el año escolar con un mal desempeño.
Es allí donde debemos reflexionar si como docentes estamos cumpliendo con nuestro rol de apoyar el proceso de adquisición de esta capacidad tan importante en la vida del ser humano, como lo es el lenguaje. Pues la estimulación lingüística debe ser constante para cada uno de los participantes, el adulto debe ir enriqueciendo el léxico del niño, demostrándole confianza y una buena disposición a la hora de contestar sus preguntas y aclarar sus dudas. Así el niño o la niña se sentirán en plena libertad de comunicar sus ideas y entablar una conversación. Porque sabrá que esa persona, tiene interés en escucharlo y está dispuesto a apoyarlo. Lo cual obliga al docente a estar consciente del papel tan importante que juega en el desarrollo del lenguaje de sus estudiantes y a estar en constante búsqueda de estrategias y herramientas que faciliten las interacciones lingüísticas significativas que logren un desempeño adecuado. Realizando esta tarea no solo en el aula sino en todos los espacios de la institución y de la vida diaria.
JENNYFER JULIETH RODRÍGUEZ GUEVARA CÓDIGO: 191102730
Las diferencias en el desarrollo del lenguaje son notorias cuando se comparan niños de diferentes niveles económicos; y el vocabulario infantil es uno de los más afectados por el nivel socio económico, ya que los niños en situación de pobreza se encuentran en un nivel muy bajo a la hora de iniciar su año escolar, aunque en el transcurso del año el niño avanza en su comprensión de vocabulario, este avance es mínimo comparado con otros niños de nivel más alto.
Por eso es importante que el niño interactúe con un usuario competente del lenguaje para que aprenda a usar su lenguaje y pueda ingresar a la cultura dominante sin dificultad y sin estar en desventaja escolarmente, porque en la vida las oportunidades para una persona sin lenguaje o con lenguaje deficiente son pocas, por ello es importante aprovechar, corregir y estimular al niño para que mejore su lenguaje a tiempo; siendo primordial una estimulación adecuada en el entorno en que el niño se desenvuelve, conoce y aprende su lengua, siendo la familia el primer agente socializador con que el niño se relaciona y toma como base para crear el suyo y la escuela es la segunda encargada de estimular, corregir y potenciar adecuadamente este aspecto.
Depende de nosotros tomar conciencia de nuestro rol y darnos cuenta de la importancia que tenemos como adultos en el desarrollo del lenguaje de estos niños, pues consiste en ofrecer un ambiente estimulante y de apoyo en su proceso de aprendizaje, brindándole confianza, tranquilidad y estrategias adecuadas para él.
Debemos asegurarnos que el niño tenga acceso a un jardín que cumpla eficazmente con su rol, porque entre mayor asistencia, mayor es el avance en su desempeño lingüístico y mayores oportunidades tendrán de corregir, ejercitar y aprender.
No hay comentarios:
Publicar un comentario