Este texto trata sobre la relación entre el juego, pensamiento y lenguaje hecha por Jerome Bruner, es un estudio realizado que inicia enseñándonos las funciones principales del juego en los niños como: una actividad sería para él, que no tiene efectos negativos, pero para comprenderlo debemos aceptar que el juego es una fuente de diversión , además es un excelente medio para que el niño explore y le brinda estímulos adecuados para su desarrollo; tiene una conexión débil entre los medios y los fines, porque a medida de que el juego se desarrolla el niño se adapta y cambia sus objetivos o a veces sucede lo contrario el niño cambia el juego para poder lograr su fin, además cambian constantemente su juego para no aburrirse utilizando su imaginación y fantasía como medio para divertirse; siguen un plan, este plan es una forma de imitación idealizada de la vida, pues es una proyección de la vida interior hacia el mundo porque en el juego trasforman al mundo de acuerdo a sus pensamientos y deseos, y en el aprendizaje se transforman para integrarse mejor a la estructura del mundo.
Observando el entorno en que día a día vivimos se puede deducir que pocos le dan importancia al juego como herramienta y apoyo al desarrollo integral del niño, ahora los juegos son muy individuales y lleva a la perdida de la esencia de la interacción con sus pares, pues el niño solo interactúa con una maquina (videojuegos o juegos online); los padres dedicados a trabajar para sostener a su familia dejan mucho tiempo a sus hijos frente a los juegos modernos y tecnológicos que poco ayudan al desarrollo del pensamiento y lenguaje de los niños.
Sería bastante enriquecedor que los niños de hoy día vuelvan a practicar los juegos donde se interactúe y comparta con otros mediante la exploración y el contacto directo para así tener la oportunidad inicial y más importante de atreverse a pensar, hablar y quizás de ser el mismo. Considero que los profesionales que tenemos a cargo la formación de los niños deberíamos estimular e incluir el juego como herramienta fundamental en cada una de nuestras clases para potencializar su desarrollo de forma agradable, además darle el valor e importancia que amerita el juego infantil.
Si cada docente de preescolar aplicara los juegos y sus esquemas fundamentales la nueva generación no tendría tantas dificultades en el desarrollo de su pensamiento, ni de su lenguaje, pues es de vital importancia que el niño juegue y explore libremente en entornos apropiados, con diversidad de materiales, fomentando la competitividad en los juegos de los niños para que adquieran diferentes roles y se preparen a los desafíos sociales de su vida adulta.
El dominio del lenguaje se adquiere mediante la práctica y en gran parte mediante la experimentación; al niño le es más fácil aprender en un ambiente lúdico que llame su atención lo cual logra que el niño se involucre más a fondo permitiéndole combinar de formas distintas, los elementos del lenguaje que ya conoce para producir sonidos más complejos.
JULIETH RODÍGUEZ CÓD: 191102730
El documento es un artículo del psicólogo y pedagogo neoyorquino Jerome Bruner, quien en primer lugar sintetiza lo que a su parecer son las funciones fundamentales del juego en la actividad de los niños.
La primera de ellas, afirma, que el juego es un excelente medio de exploración que de por sí infunde estímulo. La siguiente nos dice que el juego, también sirve como medio de invención, pues el niño frecuentemente cambia de objetivos para adaptarse a los medios, o viceversa. En tercer lugar el autor comenta, como el juego parece seguir un plan de completa igualdad, lo que para él es una forma de imitación idealizada de la vida. Bruner resalta que vale la pena observar con atención cuál es la finalidad formal de un juego.
Las últimas dos funciones abarcan la importancia que tiene el juego en el crecimiento, ya que además de que mediante ésta actividad transformamos el mundo de acuerdo con nuestros deseos, éste también nos divierte mucho.
Jerome menciona los usos que se dan al juego, tratando primero la forma en que se estructura para inculcar en los niños valores de la cultura. Después nos habla de la función terapéutica que se le ha asignado, resaltando que en ésta, se corre el riesgo de "confiscar la iniciativa del niño, pero gracias a Dios y a la evolución es difícil quitar la iniciativa del niño". Por último menciona que el juego también se puede usar como estrategia para el desarrollo intelectual.
Bruner realizó un experimento junto a sus colegas Kathy Silva y Paul Genova, estudiando a niños de tres a cinco años de edad, asignándoles una tarea interesante: el niño tenía que coger un pedazo pequeño de tiza de color que se hallaba en una caja transparente colocada a cierta distancia fuera de su alcance. La regla del juego consistía en que el niño tenía que coger la tiza sin levantarse del asiento.
Con aquel experimento, logró comprobar que nada parece mejor que dejar que el niño juegue libremente en un entorno apropiado, con materiales ricos y buenos modelos culturales en que pueda inspirarse. Así se le proporciona al niño mayores oportunidades de fortalecer su autoestima, seguridad y desarrollar su capacidad para resolver problemas.
El docente y los padres deben analizar el modo en que están asumiendo su papel en la creación de materiales y espacios variados que le permitan al niño jugar libremente, siendo él mismo, lo que a su vez desarrollará su potencial, sus habilidades de interacción social, pensamiento y lenguaje.
Lina María Quintero 2729